sábado, 17 de enero de 2009


¡Me voy al mar, de donde vengo, de donde soy!
Llevo mis cds de Sabina y voy a estar rodeada de escarabajos cada vez que salga a la calle... ¿que más puedo pedir?
Adiós gente. ¡Fue un gusto!

sábado, 10 de enero de 2009


Esto era para subir el último día del año 2008. Ya pasó, bueh. Usemos la imaginación... ¡nos teletransportemos! ¡Oh sí!


Vestigios de un fin de año


Che, qué increíble que es la naturaleza humana, o las cosas, o la vida. Cada vez afirmo más esa teoría que dice que la mano es una extensión del corazón, de la mente o de otras partes del cuerpo, ¡puaj! Pasa que con diferentes medios podemos hacer que nuestras manos expresen más que nuestra panza, no menos que nuestros ojos.
Ahora que llega fin de año, todos estamos asi como melosos, como melancólicos o reflexivos. Y es así, no pude escapar de eso. Me quedé pegada a la masa. Soy parte de la masa. ¡Ouch!


Este año me gustó más Sabina, menos Tinelli.
Este año mi hermana me gritó más veces, me prestó menos ropa.
Este año mi mamá se quejó menos veces, me tuvo que prestar más plata.
Este año mi papá fue más bueno, menos paciente con su trabajo.
Este año rendí once finales, me quedé libre en una materia.
Este año apredí a trabajar, a cumplir horarios, a dormir menos siestas.
Este año me dieron ganas de estudiar cine, el año que viene supongo que también.
En este año los amigos siguieron siendo los mismos, y un poco más.
Este año aumenté tres kilos, tuve que empezar a hacer más ejercicio y debería haber comido menos ñoquis con salsa bolognesa de Sólo Pastas.
Este año tuve problemas para administrar la plata, menos ahorros pero lindas fiestas.
Este año no tuve mi escarabajo, sí saque el carnet. No practiqué más.
Este año conocí a Frida y a sus locuras. Conocí a Almodovar y a sus chicas. Quise ser una de ellas. Este año conocí a una gran persona, una de las tantas que andan por ahí. Este año estuvo acá, jugó conmigo a las damas y tomó café en un lugar. Lo quise, pero un poco menos cuando se fue sin despedirse.
Este año Papá Noel me trajo menos regalos que el año pasado, pero por suerte me trajo una bombacha rosa más chiquita de las que me solía regalar mi abuela.
Este año cumplí los veinte un sábado, esa noche sentí lo que era tener un pedo melancólico.
Este año extrañé más a mis nonos, menos mi cinturita de los 15.
Este año lo seguí amando, amando con amor, amando bien, como debe ser. Como siempre quise después de ese tormentoso agosto.

¡Este año! Nunca más habrá un año como este, eso es lo bueno. Que nada se repita, que todo lo que nos pase quede de alguna manera ahí, listo para ser recordado. Siempre con buena onda, con una linda compañía y unos mates.
Se viene el 2009. Año impar, año de no se cuál animal, año de mis 21. ¿Será bueno, malo, igual o peor al 2008? No lo sé, y eso está bueno. Amén.