sábado, 25 de abril de 2009

“Vomitemos Flores”

Dijo un flaco con anteojos de sol a las diez de la noche.



La idea de vomitar en verdad no me trae buenos recuerdos. Suena un poco violenta la palabra. ¿Escupamos flores? No. Escupir nunca me salió, a no ser que se me haya atrancado la cáscara de un maní, o necesite expulsar un chicle-misil que ya me está partiendo la mandíbula. ¿Arrojemos flores? No, es demasiado tétrico y meloso.

Lo volví a ver de nuevo al flaco y lo primero que le pregunté fue si era él el que vomitaba plantas para asegurarme. Era él. Pero se explicó un poco más y logré entender lo que quería decir. Vomitar flores es largar todo eso que tenemos adentro y que urge o presiona para salir. Vomitar: largar urgentemente algo. Flores: talento, mucho talento. La panza se me retuerce de flores de colores y a veces me trae algunos lindos dolores. El problema es que a veces no tengo inodoros ni baldes ni bachas para desagotar. Tendré que hacerme la borracha y vomitar por ahí, en cualquier lugar, no importa dónde porque la excusa está. No, escapar no es la cuestión, no es mi idea.

Pero... p…p...p...puuaaaaajjjj!!!!

3 comentarios:

Emiliano Piotto dijo...

Vomitando flores sobre tu piel. Así es la canción, eso es lo que debés hacer cuando no hay un inodoro cerca. Vomitar flores sobre la piel de alguien que querés mucho.

Emiliano Piotto dijo...

Ah, seguramente a tu personaje de anteojos negros, Rodrigo le diría: Qué lindo que te quedan los lente...

Emiliano Piotto dijo...

Quiero leer. Escribí.