jueves, 4 de diciembre de 2008

Si te tuviera en frente

Si te tuviera en frente en este momento, te preguntaría: ¿por qué te fuiste así tan de repente? ¿Era yo tan inocente para no darme cuenta de que te sentías mal?

Si te tuviera en frente te diría que, aunque el tiempo pasó, todo sigue igual; que a pesar de los tropiezos sigo en pie. Te diría que te sigo queriendo, que te extraño, que te imagino, que más de una vez te sueño.

Si te tuviera en frente te preguntaría si en mi lugar hubieses hecho lo mismo, si las cosas hubiesen sido diferentes si te quedabas. Te preguntaría si lo que te dí fue suficiente o esperabas un poco más.

Si te tuviera al lado seguro te daría la mano de repente y te llenaría de besos, te cebaría uno de esos mates ricos que a veces me salen, te contaría tanto de mí. Te pediría que te quedes, que no me dejes otra vez, que te acuestes bien calentito en mi cama. Esperaría a que te duermas. Te miraría. No te compartiría con nadie. Quisiera tenerte sólo para mí.
¡Ay, si te tuviera en frente!
¡Si te tuviera en frente, nono Carmelo!



¿Pensaste que eran palabras para un amor prohibido o algo parecido?
¿Sabés qué? Si te tuviera en frente a vos que estás leyendo esto, te diría esta frase para terminar: “Muchas veces podemos sentir lo mismo pero amar distinto”.

No hay comentarios: